En el ambiente de las estrellas de cine, donde las carreras están estimuladas por una mezcla de talento, ego, vanidad y, a veces, cirugía plástica, la decisión parece ser mucho más difícil.
El último ejemplo de Hollywood es Harrison Ford, de 65 años, el avejentado arqueólogo y héroe de “Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull,” que será estrenada mundialmente la próxima semana luego de su premiere en el festival de cine de Cannes.
Pero Ford no es el único que intenta mantener la imagen del héroe joven y robusto. Iconos del cine de las décadas de 1960 y 1970, desde Al Pacino a Sylvester Stallone, aún insisten en salvar al mundo y quedarse con la protagonista, aunque ella sea 40 años más joven. Hasta Robert De Niro protagonizó personajes cuestionables, como un pirata volador y travesti en “Stardust.”
Unos pocos, particularmente Jack Nicholson, Warren Beatty y Clint Eastwood, parecen haber aceptado la idea de que su estatus de protagonistas quedó atrás. Beatty es actualmente algo así como un hombre de estado en Hollywood. Eastwood se convirtió en un director ganador de un premio Oscar y Nicholson es, bueno, Nicholson.
El último ejemplo de Hollywood es Harrison Ford, de 65 años, el avejentado arqueólogo y héroe de “Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull,” que será estrenada mundialmente la próxima semana luego de su premiere en el festival de cine de Cannes.
Pero Ford no es el único que intenta mantener la imagen del héroe joven y robusto. Iconos del cine de las décadas de 1960 y 1970, desde Al Pacino a Sylvester Stallone, aún insisten en salvar al mundo y quedarse con la protagonista, aunque ella sea 40 años más joven. Hasta Robert De Niro protagonizó personajes cuestionables, como un pirata volador y travesti en “Stardust.”
Unos pocos, particularmente Jack Nicholson, Warren Beatty y Clint Eastwood, parecen haber aceptado la idea de que su estatus de protagonistas quedó atrás. Beatty es actualmente algo así como un hombre de estado en Hollywood. Eastwood se convirtió en un director ganador de un premio Oscar y Nicholson es, bueno, Nicholson.
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