CANNES, Francia (Reuters) - El festival de cine de Cannes llegó el lunes a su ecuador y los ejecutivos de la industria cinematográfica de todo el mundo comenzaron a hacer cuentas sobre el coste de la crisis económica mundial y su impacto en el negocio del entretenimiento.
La respuesta de varios directivos fue que mientras los costes de cenas y fiestas habían subido notablemente, la actividad del sector se mantenía más o menos igual que en el festival del pasado año.
Los ejecutivos dijeron que se enfrentaban a problemas globales más inquietantes que una amenazadora recesión, como la piratería, la caída de entradas en las salas, la desaceleración de la venta de DVDs y la competencia de Internet y de los videojuegos.
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